viernes, 11 de junio de 2010

11 de junio de 2010

Meditación en tres pasos

En la fiesta del Sagrado Corazón
los ministros de la comunión adoramos a Jesús eucaristía
en el marco del año sacerdotal que concluye hoy


Los soldados fueron y quebraron las piernas a los dos que habían sido crucificados con Jesús. Cuando llegaron a él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua.
El que vio esto lo atestigua: su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean.
Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura que dice: "No le quebrarán ninguno de sus huesos". Y otro pasaje de la Escritura, dice: "Verán al que ellos mismos traspasaron" (Jn 19, 33-37).



a. Fiesta del Sagrado Corazón

“El golpe de lanza, aparentemente rutinario, en el costado de Cristo ya muerto, se convierte en el símbolo real del acontecimiento insondablemente misterioso: lo aparentemente cerrado de quien asumió en sí y sobre sí lo nuestro, se abre y se hace asequible a los redimidos para ser, precisamente, su más recóndita morada: «Dentro de tus llagas escóndeme». Tomás, quien puso las manos en las llagas, es el primero en buscar esta morada; debería querer hacerlo con la sola fe, no con la mirada y la experiencia” (Balthasar).


Mirar a Jesús. Querer entrar. Esconderse. Morar. Mirar su costado abierto.
Manando. Brota profusamente. Sangre y agua… el misterio de la Vida.
Corazón es intimidad. Fuego. Acercarse al calor del misterio.
¿Cómo estoy rezando? Aprender a callar. Escuchar. Dejarme envolver.
Ser otro Cristo. De corazón a corazón.


b. Adoración eucarística de los ministros de la comunión

La sangre del costado abierto es la eucaristía: vida que se derrama para la salvación, aceite de consuelo para los enfermos, palabra de aliento para los deprimidos. El corazón traspasado de Jesús nos habla de un amor que se abre. Esa apertura es acogida fraterna y búsqueda generosa... también abajarse y lavar los pies. La lanza que punza y desgarra pero que trae la gracia. La pascua es un tajo. Sólo el grano de trigo que muere se hace espiga, sólo la hostia partida en el altar llega a los comulgantes.


Estar en Su presencia. Adorar. Valorar a Quién sirvo.
Ministro significa servidor.
Pensar en los sufrientes que me encomendó Jesús a través de la Iglesia.
Eucaristía es comunión. Comunión es tender puentes.



c. Año Sacerdotal: 2009 - Sagrado Corazón - 2010

El sacerdocio nace con la eucaristía. El jueves santo Jesús nos deja esos regalos.
El sacerdocio nace para la eucaristía. Para santificar la existencia y elevar una permanente “acción de gracias”, que eso significa eucaristía.

“El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús”, solía decir el santo cura de Ars.

Tenemos un tríptico perfecto: del corazón traspasado brota la eucaristía. Eucaristía y sacerdocio se reclaman mutuamente. El sacerdote expresa y reconduce al corazón del Salvador.


EL sacerdote es Cristo. Los demás son sus ministros. Cristo bautiza, Cristo absuelve, Cristo consagra.
No acostumbrarse al misterio.
Ayudar a Jesús en el cura de mi barrio.
Tener mirada de fe. No idealizar. No desengañarse.

Rezar por mis pastores:
Memoria agradecida. Perdón mutuo.
Súplica por la fidelidad y el aumento de las vocaciones.