martes, 19 de abril de 2011

Otra perla sobre la paciencia de Dios

Martes (santo) 19 de abril de 2011. Parroquia Nuestra Señora de Balvanera, Fiesta de San Expedito mártir. Una señora mayor se acerca al confesionario y el cura la recibe: "¡Cómo tuvo que esperar!". Ella responde filosa como una saeta: "Mucho más me esperó Jesús".


A buen entendedor, pocas palabras. La pascua está en marcha.

domingo, 10 de abril de 2011

La verdad: del periodismo a la teología

Quiero, antes de que sea demasiado tarde, rescatar del olvido un artículo interesante, de esos que ayudan a pensar. Rara avis que sin saberlo empalma con la teología por la profundidad del planteo. "A cada cual su verdad", de Héctor Guyot, apareció en La Nación el sábado 5 de marzo de 2011. El autor informa sobre una picante polémica ocurrida en la madre patria entre el escritor Javier Cercas (Soldados de Salamina) y el columnista de El Mundo, Arcadi Espada. Transcribo el párrafo que cuenta la trifulca:



Las cosas se dieron así: la polémica pública entre ambos ya estaba lanzada cuando Cercas sostuvo en una columna que, en ciertos casos, el diario puede publicar artículos (textos de opinión, aclaró después) en los que "no todo lo que se cuenta responde a la verdad de los hechos". Para darle un trago de su propia medicina, Espada no tuvo mejor idea que publicar una columna en la que lanzó la falsa noticia de que Cercas había sido detenido en Madrid durante una redada policial contra una red de prostitución, aderezada con detalles que le conferían verosimilitud. A partir de allí, la disputa -devenida escándalo- se nutrió de otras plumas, y Cercas, a medio camino entre la réplica pública y los tribunales, complementó su idea con otras reflexiones. "El periodismo no es una mera acumulación de hechos, sino una interpretación de los hechos. Y toda interpretación exige imaginación", reafirmó.


Como bien dice Guyot, uno va por el dato y otro por el relato. Los extremos no son buenos. En el arte de combinar ambos ingredientes se juega la literatura y también (acá ingresa la teología) la verdad. "¿Qué es la verdad?", le preguntó Pilato a Jesús. Vemos que la pregunta resiste los siglos y hoy parece que la cuestión vuelve al foro sin tanto barniz escéptico.


Todos estamos saturados de datos que sin ser estrictamente falsos no dan cuenta de la complejidad de lo real. Es sabido que una mentira se hace con una media verdad. Y que en una inexactitud menor no se juega toda la verdad. ¿Puede un dato estilizado adentrarnos mejor en la verdad-realidad? ¿Cuál es el límite de esa flexibilidad narrativa?


Quien posea algunas nociones básicas de Biblia habrá descubierto hacia dónde vamos. Que se diga que Jesús alimentó a 5.000 personas, ¿desvirtúa o no lo acontecido? ¿Constituye un engaño dar una cifra exacta en caso de que no haya sido redonda? El sentido teológico que así se transmite ¿traiciona realmente el hecho? ¿O acaso no lo realza, lo pondera y lo honra? La verdad no se agota en la literalidad. Por eso es tan importante la captación simbólica, meta-fórica y poética. En veta platónica diríamos que se trata de trascender el mundo de sombras. ¿No lo decía Hamlet? "Hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, de las que sueña tu filosofía". ¿Qué tal si donde dice "filosofía" escribimos "ciencia", "periodismo", "fría rigurosidad"?


La teología no sólo está con la ciencia, sino que ella misma es ciencia. Pero no apática, no soberbia y encerrada. ¿A quién le entusiasma tanto periodismo actual que es pura lanzadera de información sin un mínimo de análisis crítico? El hombre y el periodismo merecen más vuelo, y no sólo emocional o estético -como quizás piense Cercas- sino más perspectiva de totalidad, más sentido y más sapiencialidad.


Tantísima tinta corrió descuartizando a nuestro Señor entre el Jesús histórico y el Cristo de la fe. La preocupación de H. Guyot la planteó desde la otra ladera G. Lohfink (entre tantos). En "Der letzte Tage Jesu" (2005) se pregunta ¿qué es un hecho? El contexto de los evangelios y la teología que ellos suponen no pueden aislarse de las narraciones, así como tampoco de la comunidad que les da origen y los interpreta. Lohfink concluye citando al teólogo Ratzinger: "El Jesús de los evangelios es el único Jesús histórico real".


http://www.lanacion.com.ar/1355045-a-cada-cual-su-verdad