domingo, 29 de mayo de 2011

Oración de un peregrino anónimo

El Santuario tiene esas cosas. Hace unas semanas encontré en la rendija de una puerta un papelito doblado: 10 x 7 cm. Bien visto, se nota que es el reverso mutilado de una fotocopia de DNI. Transcribo la oración sentida, sencilla y confiada de un peregrino. La entrego porque expresa al Pueblo de Dios y porque nos recuerda que la Escritura está compuesta de muchos de esos retazos orantes. Piezas breves pero cautivantes, como lo es toda persona que anda por este mundo. Vaya entonces el aporte manuscrito de nuestro anónimo anawim.








Dios mío, de corazón te pido me ilumines para tomar la mejor desición (sic). Me des fuerzas para hacer el bien, ser un buen esposo, un buen padre, un buen amigo, un buen trabajador. Me des salud y tranquilidad en mi corazón.


Ilumina y protege con tu preciosa sangre a mis hijas, a mi esposa, a mis hermanos, a mi madre y a toda mi familia.


Bendice mi trabajo y ayudame a mantenerlo, y que pueda regresar a Medellín para salvar mi matrimonio.


Padre Dios ayudame. Amén.