sábado, 7 de febrero de 2015

El drama del humanismo ateo

Una breve reflexión sobre el caso Charlie Hebdo

Pasado un mes del perverso atentado a la redacción de Charlie Hebdo creo oportuno ofrecer estas líneas. Se trata de entender algo más del acontecimiento, hasta donde es posible. Mucho se ha dicho ya, pero la decantación no está terminada. Además, la inmediatez de la convulsión no suele favorecer el diálogo. La distancia, por el contrario, da perspectiva para pensar, hablar y escuchar. Respetar el dolor no significa callar verdades.


El título no me pertenece sino que corresponde a un libro del inmenso Henri de Lubac. Evidentemente, la irrupción armada que acabó con la vida de 12 personas y dejó otros tantos heridos constituye un auténtico drama. Nadie lo duda. Pero hay más. En gran medida éste es el drama de un humanismo ateo. No es mi intención exculpar a los asesinos ni pasar por alto la aberración que significa matar en nombre de Dios. Sobre eso hay unanimidad en Occidente. No así sobre el rol del semanario francés.

Charlie Hebdo se dedica a satirizar. Provoca deliberadamente no mediante el ingenio que despierta la reflexión sino mediante la risa que hiere. Estamos lejos del tábano que caracteriza el espíritu filosófico. La ofensa como rutina. La burla no para edificar sino para derruir. Y sin límite de ningún tipo. ¿Qué clase de humanismo es aquel que a fuerza de befas y escarnios se vuelve inhumano? Qué tremenda desorientación la de aquellos que ya no siguen la regla de oro: amar al prójimo como a sí mismo - obrar con los demás como quisieras que obraran contigo.

Perdido el respeto por el otro, por sus opiniones y creencias; ¿qué queda? Este humanismo ateo, que reniega de Dios y a la postre también del hermano, acaba envuelto en su propio drama. No jalaron ningún gatillo ni son responsables de la masacre... pero jugaron con fuego y se quemaron. Ellos, por sí mismos, iniciaron una dialéctica deshumanizante que los llevó más lejos de lo que hubieran querido. ¿Medían acaso el impacto de sus irreverencias? ¿Iban en sus consideraciones más allá del ámbito de la ley? Triste humanismo, indigno de ese nombre, el que se atrinchera en garantías constitucionales para olvidar el sentido más elemental de la convivencia. ¿Dónde queda la autoridad moral de una revista que renuncia a la empatía para reírse y acaso también para lucrar?


Occidente en general y Francia en particular tienen mucho que meditar. Se alza la bandera de la libertad (de expresión) pero no veo flamear las otras dos insignias que supuestamente animan el humanismo francés. ¿Qué tipo de fraternidad cultivan Charlie Hebdo y los fundamentalistas de la libertad de expresión? ¿Me es lícito decir cualquier cosa? Quien responde únicamente desde la ley, quien no es capaz de escuchar su corazón, ése tal ya sucumbió a una mentalidad infra-humana por más que ande revestida de códigos y sentencias. ¿Qué significa la igualdad en un contexto de desprecio donde no interesa dialogar sino agredir? Pobre humanismo el de quienes son incapaces de percibir las heridas del alma, más sutiles pero no siempre menos dolorosas, aquellas nacidas de una palabra, un ademán o un dibujo.

¿Estamos todos en el mismo barco? ¿Somos una familia? ¿Nos pasan las mismas cosas? El drama de cierto humanismo ateo es que, perdiendo a Dios como origen y término, se pierde a sí mismo. Sin una referencia clara al Padre, ¿en qué queda la fraternidad? ¿Y qué sostiene la igualdad cuando se desdibuja el fundamento de la dignidad inalienable del hombre, creado a imagen de Dios? ¿Qué significa la libertad donde no hay bien ni mal, donde se acalla la voz de la conciencia y todo parece estar permitido?


Reitero mi más enérgica condena al atentado y hago explícito mi anhelo de justicia. Pero dejo en claro cuán preocupante es ver la falta de autocrítica de gran parte de la sociedad francesa. Especialmente de Charlie Hebdo, que insiste, pasmosamente, en su "misión" de ridiculizar y zaherir. No los invito a confrontarse con el Evangelio sino con su propio lema nacional, laico y republicano.

No hay comentarios: