lunes, 4 de junio de 2007

Meditaciones Teológicas


(Indispensable) Prólogo

Las siguientes páginas no pretenden ser más que –como el nombre lo indica- meditaciones teológicas. No habrá que esperar ni erudición ni detalles científicos. Están escritas en el marco libre (pero no por ello arbitrario) de la reflexión espiritual. Es un ensayo de lectura bíblica integral. Las meditaciones se acercan al texto en el con-texto de los otros libros; es decir, subyace la convicción de que la Biblia es uno y muchos libros a la vez. Se intenta poner en práctica la certeza patrística y eclesial de que el acontecimiento Cristo es la clave última de interpretación de la revelación toda (y por ello también de la Biblia). Son teológicas en primer lugar porque salen de Dios –así se cree y se espera- y a Él quieren tender [ánimo que las mueve]. Lo son en segundo lugar porque a textos teológicos corresponden meditaciones teológicas [objeto]. Finalmente lo son, en el sentido que no se atan a la letra (“la letra mata”), sino que juegan y elaboran en el Espíritu un hablar de Dios que trascienda la literalidad [método].

Gracias a Dios su Palabra es inagotable y permite muchas más (y más profundas) lecturas de estos pasajes de I Samuel. Las que aquí se encuentran son las que se suscitaron en mí. Su origen, y por ello también su clave de lectura, es la gratuita contemplación del misterio; algo así como lo que Agustín llamaba gaudium de veritate. Quiera el Señor que como a mí también a otros puedan ayudan a acercarse y gozar un poco más de la fe en Jesús. A.M.D.G.



Münster, febrero de 2006

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