"Junto con Jesús iba un gran gentío, y Él, dándose vuelta, les dijo: «Cualquiera que venga a mí y no me ame más que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo»" (Lc 14,25-27).
Si me amo más que a Jesús, me amo menos de lo que me amaría si lo amara a Él más que a mí mismo.
Si te amo más que a Jesús, te amo menos de lo que te amaría si lo amara a Él más que a ti.
En resumen: sólo cuando amo a Jesús por encima de todo, me amo o te amo de la mejor manera, es decir, con la mayor intensidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario